MIS HISTORIAS DE TERROR 2
Eran aproximadamente como las dos de la madrugada, había estado lloviendo a cántaros desde tempranas horas de la noche, como es apenas normal sentí ganas de orinar, debía salir del cuarto pues no había baño interno en esa época en mi casa del pueblo; inicié mi proceso de evacuación y vi en medio del aguacero una pequeña luz blanca e incandescente (a través de la cerca de lata de corozo) dicha luz emergía del centro de patio de mis vecinos, era hermosa y cada vez subía de intensidad hasta iluminar los cocoteros antiguos de esa casa que por cierto eran muy altos debido a su edad, hacía proyectar la sombra de los palos de la cerca sobre los árboles y el patio de mi casa, yo estaba maravillado. Los no se cuantos segundos que estuve admirando la escena me hicieron olvidar usar la lógica, la cual vino a mi ser al pensar que no podía ser un rayo, pues no hubo sonido, ni tampoco basura quemada pues tenía más de tres horas lloviendo, al recapacitar sobre la naturaleza del fenómeno regre...